Las Memorias de la Nínfula

Una noche de Luna Roja La luna esta noche a sido testigo de mis delirios, donde me consumo como el cigarro barato que llevo en mi cartera, por culpa de las dudas que me causa tu recuerdo. Esta noche recuerdo un Septiembre con sabor a piscina, con fragancia a tu esencia que me transformaba en una Ninfula sedienta por el placer que causaban tus besos sobre mi cuello impregnado de perfume, Creo que mi problema mental es producto a la adicción de la sensación de libertad que me causaba estar a su lado sintiendo la brisa en mi rostro y tu sudor sobre mi pálido pecho. Creo que es un error recordar aquellos momentos donde rasguñaba tu espalda llena de lunares, pero como olvidar el placer que eso me causaba, tal vez sea culpa de esta resplandeciente Luna que ilumina mi rostro y estimula mi mente a seguir soñando con algo que nunca sucederá un ultimo encuentro que borre mi memoria, donde el viejo lobo con alas sea capaz de llevar a esta pequeña Ninfula a otro plano astral en el que eleve

Cambiando de personaje me atrevería a decir que me encuentro en la cúspide de la juventud enternecida por los roces de un lobo viejo el cual solo me quiere en aquellos momentos donde la pasión se hace carne y esta apunto de llegar a un curioso orgasmo, para nada mutuo pero lo suficiente complaciente como para dejarme en cada segundo con ganas de un poco mas de ese afrodisíaco movimiento de caderas donde se acelera y toma descontroladamente mi cabellera hasta que me hace suplicar por mas. No se si lo que se apodera de mi son solo sus roces que me dejan extasiada o tal vez influye su sensual espalda la cual me excita tan solo de imaginarla cubierta de lunares y un tatuaje que se convirtió en mi cruz interna por desear ser libre. No es tan solo sexo, son ganas de poseer alas.