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Y ese día..

Anteriormente todo se trataba de pureza, en creer en el amor, en la gente, en el destino, en los sentimientos, en creer incluso en los rostros angelicales que no pasaban desapercibidos por las calles. Pero eso cambia poco a poco, cambia como van pasando las estaciones, en un abrir y cerrar de ojos llegas al punto de no retorno. Donde empiezas a convertirte en una persona con mas experiencia que sentido común. E incluso llega el día en el cual te encuentras en ese exacto punto de tu vida donde no hay vuelta atrás, donde sigues una monótona vida rodeada de normas y malos consejos de mendigos disfrazados de psicólogos. Es como una metamorfosis la cual pasa la mariposa, poco a poco te conviertes en alguien que no conoces, en la persona que siempre odiaste. Tarde o temprano llega ese misero día en que despiertas, comprendes que nada es eterno, que ya es tarde y que has crecido, te das cuenta que la nínfula que había en ti murió y que eres uno mas del montón con decenas de sueños y grande

Psicopata

Desnudar la mente Con el brillante resplandor de sus ojos Acariciar la maldad Restringida por la timidez, El odio y la pasión Con los cielos pavimentados de fuego Pedí que aparecieras. Naufragados por sus encantos Estoy acorralada como una presa En el bosque Donde los susurros persuaden Más rastros de azúcar.

Carta para un amante

'Te diría que en realidad te quiero, te quise o te querré, pero seria una mentira mas de mi larga lista de infidelidades, te podría decir que eres todo lo que deseo pero aun así no lo sabrías apreciar, te convertiste en la ausencia de mi presente y el oscuro pasado de mi frágil memoria. Solo fuiste una marca mas,aunque es de confesar que a pesar de los arrebates y de las huidas, me divertí en esos efímeros momentos donde el deseo se hizo carne y el poder carecía de lógica. Se que te marco ese lujurioso juego el cual perdiste  y que tus labios quedaron impregnados con el insaciable aroma de mi esencia. A pesar de que eras un repugnante amante, descubrí mucho de ti como esos sentimientos carecientes de afecto, los cuales hasta cierto momento creí inexistentes. Es de confesar que  eran encantadoras esas noches entre las sabanas pero poco satisfactorias y llenas de remordimientos, tal vez hubiese funcionado esa pequeña relación afectiva, pero ya es tarde para aceptarlo, lo suficiente

El Mendigo

  En su suave piel con sabor agría dulzura, quedaron las huellas de efímeros momentos... Su piel convertida en lienzo en un instante improvisado, marcada con la tinta indeleble de una firma inconfundible. Huella de un ser agonizante que mendigaba amor y deseo, el placer no seria el ganador de aquella fría noche de diciembre.  Fueron los primeros segundos de aquel acto los que convertirían a la pequeña en una Nínfula sin rumbo. Aun así los sonidos provenientes de la habitación eran simples  gemidos fingidos resultado de un falso aunque asimilado cariño, a ritmo de un vals con letra de despedida de una etapa de vida. Finalmente luego de turbios y agitados instantes el cuerpo de la Nínfula quedo tendido en una rosada habitación entre muñecas y un gran vestido de fiesta. Aunque para el consuelo del mendigo seria el primero pero no el único en firmar aquel pálido lienzo.                                                                                  

La nínfula

    Allí estaba ella, de un profundo y desesperado amor, la locura fue el final de una historia, una vida. Rodeada por la inexplicable sensación que la hace volver a la realidad, decide tomar el último trago de sus penas junto a lo poco que le quedaba de vida. No era la decisión mas correcta para una nínfula perdida que ya había crecido,pero aun así lo único que le quedaba era un agrio recuerdo a lujuria en sus dulces pupilas y una marca imborrable de su cuerpo cubierto de sudor y penumbra. La destructiva decisión de un alma perdida.