Tiempo al tiempo
En mi ventana junto a un cigarro que esta apunto de terminar.
Aquí me encuentro de nuevo, típica frase la mia para comenzar de nuevo una historia, con el pasar de los años he contando sobre todos y cada uno de mis amantes, cada sentimiento encontrado por un alma tan imperfecta y a la par como la mía.
Lo que hace diferente esta historia es que la uníca protagonista es mi mente la cual hoy a tomado un nuevo rumbo a querer convertir en realidad sus sueños.
¡Si! He decidió volver a mis antiguas andanzas donde todo lo conseguía tan sólo deseándolo, hoy anhelo dejar la arquitectura, dejar París y tu cama por Alemania y mi cama, deseo volver a los debates de calle, sacarle sonrisas a todos los que me pasan por los lados incluso un par de morisquetas a los niños tristes en el bus, la felicidad es tan efímera, sencilla, realmente encuentro felicidad en esos pequeños placeres de la vida que nadie suele ver como un atardecer, este el cual veo desde mi ventana y me devuelve en el tiempo a los días en lo que ni me imaginaba llegar a donde me encuentro, disfrutar de la playa escuchando un par de olas o tan sólo pararme en una estación de metro a escuchar a un viejo saxofónista con más historias que cuentos. En definitiva la vida es tan sencilla y tranquila si la deseas vivir parando a saborear los pequeños placeres que nos rodean sin preguntarnos que sucedera mañana, que creerá el resto o cuanto tiempo falta para que termine.
Aquí me encuentro de nuevo, típica frase la mia para comenzar de nuevo una historia, con el pasar de los años he contando sobre todos y cada uno de mis amantes, cada sentimiento encontrado por un alma tan imperfecta y a la par como la mía.
Lo que hace diferente esta historia es que la uníca protagonista es mi mente la cual hoy a tomado un nuevo rumbo a querer convertir en realidad sus sueños.
¡Si! He decidió volver a mis antiguas andanzas donde todo lo conseguía tan sólo deseándolo, hoy anhelo dejar la arquitectura, dejar París y tu cama por Alemania y mi cama, deseo volver a los debates de calle, sacarle sonrisas a todos los que me pasan por los lados incluso un par de morisquetas a los niños tristes en el bus, la felicidad es tan efímera, sencilla, realmente encuentro felicidad en esos pequeños placeres de la vida que nadie suele ver como un atardecer, este el cual veo desde mi ventana y me devuelve en el tiempo a los días en lo que ni me imaginaba llegar a donde me encuentro, disfrutar de la playa escuchando un par de olas o tan sólo pararme en una estación de metro a escuchar a un viejo saxofónista con más historias que cuentos. En definitiva la vida es tan sencilla y tranquila si la deseas vivir parando a saborear los pequeños placeres que nos rodean sin preguntarnos que sucedera mañana, que creerá el resto o cuanto tiempo falta para que termine.
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