En su habitación

Un mes que quiero recordar.
Allí esta yo de nuevo, al borde de la demencia entre las sabanas de un hombre que me entrego su corazón, clavando mis uñas entre su pecho y recitando como poesía las peores palabras que un hombre enamorado podría escuchar ''No soy la mujer perfecta para ti, aunque seas el hombre perfecto para mi''. Tristes palabras que han quedado marcadas en mi pecho como tinta indeleble sin saber que luego que el miedo que existía en mi pasara, solo querría estar con el, y el resumen de esta larga historia es que cuando el momento de pedir perdón llego, devolviendo le su corazón no quiso regresar. 
Sin duda uno de las mejores enseñanzas que han dejado en mi, aunque el tiempo pase y la herida sane o sangre, siempre seguirás siendo el hombre perfecto para mi, aunque jamas seré para ti.

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