29 de Mayo, en alguna ciudad parecida a la ciudad de la furia. Hace tiempo que no escribo desde el corazón, los últimos años han sido una montaña rusa de giros argumentales y situaciones inesperadas que no sé cómo describir adecuadamente. Lo cierto es que desde aquel 16 de diciembre de 2019, cuando llegué a casa con la mente nublada por el alcohol y el corazón destrozado, he crecido. Al principio, mi mente estaba en un limbo, llenando mis carencias emocionales con las migajas de las camas de personas tan desdichadas como yo. En el camino, no fui capaz de corresponder el amor de alguien que me amaba con su vida por encontrarme perdida, entré en una relación con alguien que habría funcionado mejor como amigo, bebí hasta el cansancio en la habitación de un hotel, jurando amor a un alma herida que también mentía en el fondo, pero nos daba paz creer que, por un momento, otra persona no veía nuestros demonios, esas sombras que se convierten en fantasmas con el tiempo. Después de todo este ca
Ella aveces tan sola, aveces tan triste, aveces tan radiante, aveces solo tan sensible... Ese día tan solo era un manojo de nervios sintió que su mundo se derrumbaba como castillo de picas al descubrir que su mayor miedo estaba por cumplirse, tonta niña enamorada de un imposible, enamorada de el que deslumbraba sus días con una mirada, pero el mismo que se casaría muy pronto, con una estirada señorita que no lo amaba ni la cuarta parte de lo que lo amaba aquella chiquilla, tal vez la única culpable de aquel trágico elance era de ella por haber disidido correr a París sin terminar de confesar sus sentimientos. En esos instantes de incertidumbre descubrió que cuando se quiere con el corazón lo importante es la felicidad de la otra persona, es morir por dentro para posterior mente florecer, aun así Sedafin no podía dejarlo ir, no podía permitir que el hombre que quería corriera hacia su felicidad sin ella antes decir un ultimo te quiero.
Clases de Arquitectura 8:21 a.m De nuevo me siento como en los viejos tiempos donde no sabia si correr o hundirme en las profundidades de mi alcoba, mi miedo a entregarme de nuevo a un hombre casado puede mas que la razón y mi profundo amor por el, hoy me siento tan perdida en esta nublada ciudad, acompañada por las frías gotas de un recuerdo que me parte el corazón, tal vez todo esto sea mi culpa, pero como luchar contra el recuerdo de otra mujer que lo pudo hacer feliz... ''¿Ahora donde voy?, si al lugar donde escapaba de mi tristeza era entre sus brazos...
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