Maracay

Maracay, Abril de uno de los mejores años de mi vida

En definitiva, momentos como estos, rodeada por gente inesperada y bajo la tenue luz de una brillante ciudad no los cambiaría ni por todo el oro del mundo, por que esta es la única fortuna que vale la pena.
Y me encontraba allí, en la cúspide del mundo bordando sonrisas en rostros desconocidos y apoyando moralmente a almas tan perdidas como la mía, lo mas irónico del asunto es que cada momento en esa esplendida ciudad le dio luz a mi alma que se encontraba en plena oscuridad. Hice lo suficiente el amor en aquel frió lugar como para no querer arrepentirme nunca mas, corrí hasta no sentir los pies, fume lo suficiente como para terminar volando y conocí a tantas personas que solo soy capaz de recordar aquellos pocos que me dejaron algún aprendizaje de vida como aquella chica de lentes que desde el primer día se convirtió en mi mejor amiga, o aquel chico enamorado de un ángel caído que es la viva y demoníaca imagen de Aniel.
Así mismo podría decir que volé tan alto que no supe descender, por primera vez en mucho tiempo en esa ciudad me sentí como soy en realidad, ni Sedafine, ni la Ninfula tan solo una fuerte mujer con un  sobresaliente labial tan rojo como la sangre que volvió a correr por sus venas en aquella larga travesía hacia la libertad.

Nota:
1)Existen momentos irremplazables, inolvidables...
2) Tal vez quien hoy conoces sea tu destino, pero aun no es su momento.
3) Quien no arriesga se queda con las ganas.



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