No es un suicidio

Odio este sentimiento que esta agria noche arropa mi alma, me envuelve, me perturba...
Siento que ya nada vale la pena, una vez mas me encuentro sola ante en el mundo en una ciudad que conozco como la palma de mi mano, intentando no caer por el abismo el cual es mas cercano a mi en estos instantes donde no veo luz al final del túnel. Jamas pensé que esta soledad me llevaría tan lejos, al desear desaparecer.
Al parecer en estos momentos los únicos dos caminos de mi vida son huir lo mas lejos posible con lo que tengo en estos inútiles bolsillos llenos de recuerdos rotos o lanzarme al vació sabiendo que me estrellare dichosa como una de esas almas que tienen poco que perder.
Una Ninfula atacada por sus demonios.

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